putumayo

Amanda Correa

Víctima del conflicto armado (Putumayo)

No hay nada con qué celebrar. La habitación que ocupan pertenece a una fundación que les da refugio. Ellos esperan no habitarla por más de tres meses para dar cabida a otros que también llegarán buscando una cama sin pago. La ropa es poca, y no sirve para protegerse del clima que hace al sur de la Sabana de Bogotá, en Soacha, cuya temperatura promedio es de 13,5 grados centígrados. La escasa indumentaria que ocupa la maleta era propicia en el Putumayo, departamento del sur de Colombia, en donde las noches pueden alcanzar 25 grados; ahora precisan del préstamo de cobijas. Por caridad de la fundación llega la comida, los implementos de aseo y otros elementos que necesita una pareja de campesinos y sus seis hijos para sobrevivir a las exigencias de la cotidianidad en un nuevo lugar.

No hay nada con qué celebrar, pero Amanda dice, con la voz llena de fiesta, que su hijo Wilson está cumpliendo 13 años. Terminado el anuncio, el homenajeado se esconde, mientras cuatro de sus cinco hermanos menores juegan ajenos a la fecha. El quinto hermano tiene seis meses, su madre lo carga mientras relata que la guerrilla se pensaba llevar a Wilson, y que supo de ello porque una profesora del colegio en el que él estudiaba fue quien le avisó del fuerte rumor. Tras la noticia, Amanda decidió, con su esposo, escapar del Putumayo una noche de septiembre de 2015. Ahora no hay colegio para cinco de sus hijos, pero todos se sienten más seguros.

PUTUMAYO, UN

CASO PARA OBSERVAR

Putumayo, departamento fronterizo del sur de Colombia, es una de las zonas más afectadas históricamente por el conflicto armado. Por tal razón, lo presentamos como un caso que ilustra de qué manera la guerra va a la escuela.

Las siguientes cifras, consultadas en el Registro Único de Víctimas, corresponden a las personas que han vivido -en Putumayo- un hecho victimizante entre 1984 y marzo de 2016. Los números son alarmantes si se compara con los habitantes de la región: 310.132, de acuerdo con el último censo que reporta el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

La Secretaría de Educación de Putumayo manifiesta que en los últimos seis años 155 maestros han sido víctimas de amenazas. Así mismo reporta que en los últimos 4 años 41 docentes fueron declarados en riesgo extraordinario, y 23 tuvieron que ser trasladados por seguridad a otros departamentos.

Putumayo cuenta con 67 internados de los que se benefician niñas, niños y adolescentes en situación de desplazamiento. La Secretaría de Educación del departamento resalta a estos sitios como parte sustancial de la estrategia para evitar la deserción escolar de la población vulnerable y su posible vinculación con grupos al margen de la ley. Dentro de los recursos económicos que deben invertirse para el sostenimiento de los internados sobresalen 7.660 millones de pesos que, entre 2011 y 2015, se han invertido en la alimentación de aproximadamente 3 mil estudiantes.

*Cifras en millones de pesos.

El transporte escolar se contempla como otra de las líneas básicas dentro de las estrategias que buscan prevenir la deserción académica de las poblaciones víctimas del conflicto. De acuerdo con información suministrada por la Secretaría de Educación, entre 2011 y 2015 se transfirieron a los 13 municipios una suma de 26 mil millones de pesos aproximadamente para mantener este plan.